febrero 02, 2013

Las primeras obras literarias de la Avellaneda


 

Sobre Sab, Dos mujeres y Espatolino
 
Hace unos días concluíamos en el blog nuestra particular edición de la primigenia novela de la Avellaneda, considerada además como la primera obra de corte antiesclavista, anterior incluso a La cabaña del tío Tom. Nos estamos refiriendo a Sab, novela en extremo curiosa, especialmente por ser el protagonista un "mulato" esclavo en la Cuba colonial, que en la adversidad de su condición y su fortuna halla ocasión de desplegar heroicos sentimientos… Su tema fundamental, independientemente de ser una novela romántica, es la exaltación humana de la figura del esclavo. La obra es, sin lugar a dudas, un canto a la libertad. Pero un canto a la libertad del esclavo y también a la libertad de la mujer oprimida. En la carta de Sab a Teresa, que aparece en el capítulo final de la novela, esto se pone de manifiesto magistralmente y con absoluta claridad (La carta es en sí, una especie de monólogo que más bien parece estar escrito para ser representado en el teatro que para plasmar en una obra literaria).
 
En breve, el blog tendrá el gusto de reeditar la sorprendente Dos mujeres (sorprendente por su temática principal), novela que vio la luz por primera vez en 1842, dividida en cuatro tomos y treinta y un capítulos. La primera edición contenía diversos errores tipográficos a causa de su precipitada impresión. En aquella ocasión, la publicación estuvo a cargo del Gabinete Literario, calle del Príncipe, Nº 25 de Madrid, y se agotó en muy pocos días (Hasta S.M. Doña Isabel II, la leyó, a escondidas de sus confesores, cuando aun contaba con escasos trece años). Se trata de una muy cuidada obra y tremendamente importante pues su discurso es sumamente atrevido y escandaloso para la época de su escritura: Posición de la mujer en la sociedad y la importancia del divorcio como solución a una unión no deseada.
 
Tanto en Sab como en Dos mujeres, Gertrudis Gómez de Avellaneda se adelanta a su tiempo y abre caminos insospechados en la narrativa española de aquel momento. El tema de Dos mujeres, tratado de manera tan manifiesta y abierta, sin tapujos, le trajo varios dolores de cabeza: problemas sociales y más de un enemigo en la eternidad de su existencia, viva y después de muerta. También le trajo glorias, muchas. Fue justo a partir de la edición de Dos mujeres que se le señala como,  La “reina literaria” (Ya era conocida, además, como La divina Tula)
 
A mediados de abril de 2013 el blog tiene pensado editar Espatolino, que es la tercera en sucesión. Esta obra fue editada por capítulos entre 1843 y 1844 por el periódico El laberinto, revolucionando el panorama literario de la época. En ella, la Avellaneda repite el tema de Sab. Pero lo que exalta y pretende justificar es al bandido, al que ella considera como el producto de una injusta sociedad… (La novela narra las peripecias de Espatolino un famoso bandido italiano –personaje real- que actúa en Nápoles y Roma, con agentes y espías que lo mantienen al tanto de los movimientos del gobierno y de la policía que le sigue los pasos)
 
Las tres novelas antes mencionadas han sido juzgadas ya por eminentes plumas. No seremos nosotros los que juzguemos otra vez lo dictaminado hace mucho tiempo. Nuestro cometido es muy diferente: rescatar del ostracismo a la más importante poetisa, escritora y dramaturga de su época en la cultura Hispanoamérica. Y en ese punto estamos. Es por ello nuestro empeño en editar sus obras y ponerlas al alcance de todos, lejos, muy lejos de intereses y especulaciones editoriales que todo lo entorpecen.
 
La edición de estas obras en el blog, es también un motivo para el entusiasmo por el bicentenario de la autora a celebrarse en 2014.
 
Pero sí que estimamos oportuno -por ser justamente nuestro cometido también-, rescatar juicios críticos emitidos por ilustradas plumas del Siglo XIX, que todos deberíamos refrescar, y que poco a poco iremos “posteando” en el blog.
 
Quisiéramos, antes de concluir nuestros apuntes de hoy, recomendar la lectura de un curioso ensayo decimonónico. Vale la pena, ¡y mucho!, leer la obra de la escritora George Eliot (seudónimo de Mary Anne Evans), Las novelas tontas de ciertas damas novelistas, editada recientemente por la editorial Impedimenta. Se trata de una punzante, entretenida y profundamente lúcida obra en donde –según nos cuenta la propia editorial- George Eliot parodia las tópicas novelas que dominaban los listados de ventas de su tiempo, con sus encantadoras y hermosas heroínas, y sus previsibles y azucarados finales…
 
A continuación transcribimos el Apéndice que aparece al final del tomo V de las obras completas de Gertrudis Gómez de Avellaneda (Madrid 1871) y nos reservaremos para más adelante un extenso, pero autorizado y vital ensayo sobre la novela moderna visto desde el prisma del año en que fue escrito, obra del eminente historiador y cervantista Luís Vidart, amigo personal de la Avellaneda y su más ferviente crítico literario.
 
Y a partir de mañana, a disfrutar de Dos mujeres, la segunda obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda.
 
 
Muchas gracias,
 
Manuel Lorenzo Abdala

 
 
APÉNDICE
DOS PALABRAS SOBRE ÉL…
 
No por los elogios dados a algunas de las obras de que consta la Colección que terminamos, sino más bien a pesar de ellos, y como sencilla muestra del aprecio que hace la autora de los distinguidos críticos que tan favorablemente la han juzgado, vamos a poner a continuación de estas líneas algunos artículos, autorizados por ilustres nombres.

En sumo grado nos complacería poder insertar también otros muchos, dedicados por plumas no menos acreditadas a las demás producciones que forman la Colección, y singularmente algunos muy notables que recordamos, sobre Munio Alfonso, y la concienzuda crítica de La Hija de las flores dada a luz en Madrid por D. Francisco Muñoz Del monte, erudito publicista cubano [Hay un error, era dominicano, nacido en Santiago de los Caballeros en 1800, primo de Domingo del Monte]; pero, por desgracia, no ha sido posible encontrar oportunamente sino los pocos artículos que a continuación aparecen, los cuales comenzamos a imprimir sin saber todavía si tendremos el gusto de aumentarlos con dos más, de literatos eminentes [así fue], quienes se ocupan del examen de la Colección en general, pero aun no han formulado su juicio por escrito. Si lo hacen, como nos aseguran [lo hicieron], y llegan con tiempo a nuestras manos tan respetables juicios, servirán de coronamiento a la publicación, que terminamos en el presente tomo a causa de no permitirle a la autora el mal estado de su salud arreglar los materiales del tomo VI, que debería ser el último, según anunciaba el Prospecto.

 
Bibliografía consultada:

·          Escoto Augusto. Gertrudis Gómez de Avellaneda: Cartas Inéditas y Documentos relativos a su vida en Cuba desde 1859 a 1864. (La Habana, 1910)
·          Manuel de la Cruz. Reseña histórica del movimiento literario de la isla de Cuba. (1790-1890) Revista Cubana, año VII, tomo XIV (La Habana, 1891)
·          Nelken Mausberger, Margarita. Las escritoras españolas. Editorial Labor (Barcelona, 1930)
·          Rexach, Rosario. Estudios sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda (La reina mora del Camagüey) Editorial Verbum.(Madrid, 1996)
·          Eliot, George. Las novelas tontas de ciertas damas novelistas. Editorial Impedimenta. http://impedimenta.es/libros.php/las-novelas-tontas-de-ciertas
·          Gómez de Avellaneda, Gertrudis. Obras completas. Tomo V. M. Rivadeneyra, Madrid 1871
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario